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Diario de un Gilipollas Egocéntrico

UNA PEQUEÑA TRAVESURA (2ª parte)

Soltar los bichos no fué nada agradable pero hice de tripas corazón y pude soltarlos todos dentro de un maletín de cuero color marrón que siempre acompañaba a nuestra profesora. Tras soltar todos los bichos excepto una cucaracha marrón con alitas muy mona que dejé nuevamente en la caja que transportaba todos los inseptos. Busqué la cartera de mi compañero Símón que al tener fama de rebelde y gamberro no costaría nada que nadie dudase de su culpabilidad.
La trampa estaba dispuesta, volví a encerrarme en los retretes y solo faltaba que sonase nuevamente sa sierena advirtiendo a los alumnos que debian regresar a clase.
La verdad es que la no pudo salir mejor, ya que siempre hay alguno que intenta buscar el examen dentro de las cosas del profesorado y ese era Miguel. Cuando Doña Magnolia entró en clase pilló a Miguel en el mismo instante en que disponia a abrir la cartera mandándolo a su mesa de forma educada.
Cuando Doña Magnolia abre su cartera y se encuentra el panorama, a la pobre se le salieron los ojos de las órbitas dando un grito estrepitoso lanzó la cartera por los aires dejando escapar a todos esos asquerosos bichitos de Dios. A la pobre se la tuvieron que llevar a urgencias ya que le dió un ataque de histeria.
El fin principal estaba conseguido que era el de suspender el exámen, pero aún quedaba lo mejor como culpar a otro de mi travesura.
El director personalmente se acercó a nuestra clase haciendo todo tipo de amenazas con el fin de que alguno se chivase, y al no conseguir nada, procedió a un registro exaustivo de las carteras de todos los alumnos, con lo cual al llegar a la cartera de Simón encontró la caja con la cucaracha expulsando una semana completa a Simón y a Miguel como cómplice suyo.
Pero hubo un detalle que me fastidió bastante, fué el hecho de que a Simón y a Miguel no pareció importarles el castigo con lo cual no puede regocijarme de un trabajo bién hecho hasta el último detalle.

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